LA
EPIDEMIA DEL SIGLO XXI
La diabetes se está
convirtiendo rápidamente en la epidemia del siglo XXI. Es la causante del
principal índice de mortalidad en todo el mundo. Debido al exceso de peso, a una visa sedentaria y a malos hábitos
alimenticios, se espera un aumento importante del número de diabéticos en los
próximos decenios. Afecta entre el 5 y 10% de la población y por cada paciente
diabético, existe otro no diagnosticado.
En general, es una
enfermedad producida por una alteración del metabolismo, caracterizada por un
aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y por la aparición de
complicaciones micro vascular y cardiovascular que incrementan sustancialmente
los daños en otros órganos, reduciendo la cantidad de vida de las personas.
Este desequilibrio origina alteraciones en el metabolismo de carbohidratos, proteínas
y lípidos, las cuales se manifiestan por varios signos y síntomas
característicos (sed intensa, pérdida de peso, aumento de la cantidad de orina,
aumento del apetito e infecciones).
Por otro lado, existen
varios tipos de diabetes: tipo 1; es frecuente en las personas jóvenes (menos
de 30 años) se caracteriza por la destrucción de las células del páncreas, causando
la descompensación del metabolismo llamada, cetoacidos; tipo 2, frecuente en
personas mayores de 40 años, aunque cada vez más frecuente en personas más jóvenes,
se caracteriza por resistencia a la insulina que puede estar asociada o no con
una deficiencia de insulina; diabetes gestacional, su inicio se reconoce
durante el embarazo, aunque en algunos casos persiste después del parto; otras
formas de diabetes consiste básicamente en formas especificas, genéticas o
asociadas con otras enfermedades o el uso de fármacos.
Debemos modificar nuestros
hábitos alimenticios y dejar de lado algunas de las comidas que nos ofrecen los
grandes centros comerciales: pizza, pollo a la brasa, hamburguesas y otras que,
aunque son muy sabrosas, tienen mucha grasa y demasiadas calorías. Hay que
procurar una dieta saludable; esto es: ingerir cantidades adecuadas de
proteínas, grasas y carbohidratos, nutrientes que encontramos en las verduras,
frutas, carnes y lácteos.
Por esta razón, hacer
ejercicio regular es importante para todas las personas especialmente, para los
que padecen diabetes. El ejercicio, que hace que el corazón palpite más a
prisa, ayuda a bajar el nivel de azúcar en la sangre sin medicamentos y a
quemar el exceso de calorías y grasa. Los ejercicios que dan mejores resultados
son: los de tipo aeróbico: caminar, correr, nadar, montar bicicleta, saltar
soga y bailar. Todos aquellos que impliquen movimientos oxigenan mejor el
cuerpo.
SHIRLEY CARRERA PERDOMO
U00054858
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