martes, 14 de mayo de 2013


LA EPIDEMIA DEL SIGLO XXI


La diabetes se está convirtiendo rápidamente en la epidemia del siglo XXI. Es la causante del principal índice de mortalidad en todo el mundo. Debido al exceso de peso,  a una visa sedentaria y a malos hábitos alimenticios, se espera un aumento importante del número de diabéticos en los próximos decenios. Afecta entre el 5 y 10% de la población y por cada paciente diabético, existe otro no diagnosticado.

En general, es una enfermedad producida por una alteración del metabolismo, caracterizada por un aumento de la cantidad de glucosa en la sangre y por la aparición de complicaciones micro vascular y cardiovascular que incrementan sustancialmente los daños en otros órganos, reduciendo la cantidad de vida de las personas. Este desequilibrio origina alteraciones en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y lípidos, las cuales se manifiestan por varios signos y síntomas característicos (sed intensa, pérdida de peso, aumento de la cantidad de orina, aumento del apetito e infecciones).

Por otro lado, existen varios tipos de diabetes: tipo 1; es frecuente en las personas jóvenes (menos de 30 años) se caracteriza por la destrucción de las células del páncreas, causando la descompensación del metabolismo llamada, cetoacidos; tipo 2, frecuente en personas mayores de 40 años, aunque cada vez más frecuente en personas más jóvenes, se caracteriza por resistencia a la insulina que puede estar asociada o no con una deficiencia de insulina; diabetes gestacional, su inicio se reconoce durante el embarazo, aunque en algunos casos persiste después del parto; otras formas de diabetes consiste básicamente en formas especificas, genéticas o asociadas con otras enfermedades o el uso de fármacos.

Debemos modificar nuestros hábitos alimenticios y dejar de lado algunas de las comidas que nos ofrecen los grandes centros comerciales: pizza, pollo a la brasa, hamburguesas y otras que, aunque son muy sabrosas, tienen mucha grasa y demasiadas calorías. Hay que procurar una dieta saludable; esto es: ingerir cantidades adecuadas de proteínas, grasas y carbohidratos, nutrientes que encontramos en las verduras, frutas, carnes y lácteos.

Por esta razón, hacer ejercicio regular es importante para todas las personas especialmente, para los que padecen diabetes. El ejercicio, que hace que el corazón palpite más a prisa, ayuda a bajar el nivel de azúcar en la sangre sin medicamentos y a quemar el exceso de calorías y grasa. Los ejercicios que dan mejores resultados son: los de tipo aeróbico: caminar, correr, nadar, montar bicicleta, saltar soga y bailar. Todos aquellos que impliquen movimientos oxigenan mejor el cuerpo.





SHIRLEY CARRERA PERDOMO
U00054858

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